Marín, que después de ser derrotado por el Taraguilla, un equipo sin ton ni son, no perdió la sonrisa e intentó superar el trauma de la amarga derrota a base de pelotazos.
Pedro parece que pierde la orientación si nos fijamos en su mirada. Seguro que esa camiseta la tendrá que lavar con amoniaco después de la noche con las sardinitas.
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