lunes, 21 de junio de 2010

EN SAN PEDRO DE NUEVO PUDO SER, PERO FINALMENTE SE VOLVIÓ A CAER CUANDO MENOS SE ESPERABA
El equipo más completo de los organizados hasta la fecha se queda sin premio.
El billamoyate ha competido este pasado fin de semana en San Pedro de Alcantara y de nuevo se ha venido con las manos vacía cuando todo hacía pintar que esta vez si podía ser el momento de conseguir el primer título. Sin lugar a dudas ha sido el equipo más completo de todos los que ha formado hasta el momento el equipo veraniego. La inclusión de Raul en la zaga ha aportado una gran seguridad y fluidez a la hora de sacar el balón. Cuaresma en el centro del campo aportó veteranía, efectividad y orden en los jugadores. Y arriba Torres, sin lugar a dudas el punta que hacía tiempo necesitaba este equipo. La columna vertebral del Frente Libertario se unió a un grupo ya formado y a la nueva incorporación de Adri (jugador manilveño), para consolidar un grupo realmente sólido y poderoso.
En esta ocasión, y a diferencia de otros años se ha pasado la primera ronda con gran solvencia. Un equipo modesto (que en otras ocasiones han complicado mucho el pase) fue superado con claridad y el resultado deja a las claras que solo hubo un equipo sobre el campo. El resultado de 7-1 fue justo y permitió al grupo rodarse para una competición que se presumía complicada.
El segundo partido frente al representante del Salto. Un equipo que usó la violencia en el juego para intentar parar a un billamoyate inspirado y con ganas de triunfo. Fue un partido duro, muy duro; la presión de las gradas donde incluso se oyeron amenazas hacia los jugadores y los miembros del banquillo no cesaron. Patadas sin sentido, entradas violentas e intentos de amilanar a los jugadores del Billamoyate fueron constantes. El arbitro parecía que estaba en otro partido. No veía nada o no quería ver nada. Y ojo, era de Estepona, Rivera. Que mal Rivera, que mal. Así no se hace. Para ser arbitro hay que tener más c...., bueno ser fiel a lo que ves. Incluso agresiones sin balón. En definitiva, se concentraron en un solo partido toda la leña que se suele dar en un torneo al completo. Pero aparte de eso el equipo mostró su talante y saber estar y se impuso por un claro 4-0. Quizás la claridad del resultado evitó males mayores, porque quizás con un resultado más apretado la tensión podría haber acabado en una batalla campal.
Después de un partido de gran desgaste ahora tocaba enfrentarse a un conjuntó más técnico, más agazapado y conocedor del poderio del conjunto esteponero.
Y este es quizás el partido donde la derrota ha sido más dolorosa. Más que nada porque el control del juego, el dominio del balón y las ocasiones fueron para nuestro equipo, pero en la única ocasión de que disfrutó el rival la aprovecharon y tuvieron la suerte de mantener su portería a cero a pesar de verses sometidos a una presión asfixiante con multitud de ocasiones para el billamoyate, algunas de ellas muy claras, pero ninguna traspasó la linea que va de palo a palo, lo que significó que el equipo de nuevo se despedía de un torneo con un sabor de boca realmente amargo. De nuevo con la miel en los labios. Una pena, el equipo más equilibrado se vio de nuevo apeado por un rival inferior.
Ahora toca resarcirse e intentar mantener un bloque similar si se quiere competir en el último torneo del verano en el que en alguna ocasión ha participado, las 12 horas de Manilva. ÚLtima oportunidad de la temporada para soñar con un título.

 
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