TRAS EL PARTIDO.

Aquí tenemos al amo o maestro, como se le quiera decir con sus dos discipulos o mindunguis, como también se les quiera llamar. La verdad es que sus chicos se desenvuelven mejor cerca de la barra, porque lo que es en una cancha de juego solo saben ir tras las pelotitas. En este momento ocupan los dos últimos lugares en la lista ATP (Asociación Tenistas Pipols).

Patricio rogó tras el partido ser aceptado como alumno de Lucas y Miguel, pero la respuesta fue un no rotundo. Su edad hace pensar que más bien debería pensar en una retirada digna.

Así se consuela un perdedor. Comer y comer. Otra cosa no será, pero comer si que come, de eso le viene la tripita buchona que maneja.

VICTORIA PARA LOS SHARKS

Finalmente esta tarde ha tenido lugar en anhelado partido entre los novatos pigs, equipo formado por Caravaca y Patricio y los ya reconocidos Sharks, dueto formado por Lucas y Miguel.

El resultado lo dice todo: 6-2 ; 6-3 ; 6-2. Una soberana paliza en toda regla. No ha habido opción para los discipulos de Pedro que comparecían al encuentro cargados de ilusión pero que pronto se dieron cuenta de que sus opciones eran mínimas por no decir nulas. Ha sido una victoria cómoda que sirve para coger moral para el próximo enfrentemiento que posiblemente será ante Pedro, uno de sus dos secuaces. Ahí quizás si veamos algo más de emoción. A continuación colgamos algunas fotografías del choque:

Momento en el que los dos perdedores deambulaban por la pista sin saber que sucedía y por donde les venían las bolas. ¿Por que se habían metido en este "fregao"?

Si, si, no se sorprendan. Ese personaje que ve en la fotografía es alguien que se intenta llamar jugador de padel.

Este es el cuerpo que pretendía hacer una gran tarde de padel. Juzguen ustedes mismos. Un pantalón de montar en bici para jugar al padel. De risa.

Tras el partido el Sr. Caravaca lució tipo por el vestuario. Por su pinta de gay tuvo que andar con ojo para que no lo pusieran contra la pared.

Aquí vemos a Caravaca aprovechando cualquier momento para beber lo que fuera. La verdad es que ya llevaba varios kilómetros detrás de la pelotita. Patricio resignado andaba como perdido en el fondo de la pista.