Antes de que todos aparecieran por la barca de la cala, como se denominaba la barca elegida por el Pipols para preparar los espetitos, ya estaban allí Pedro, Patricio y Miguel ultimando los preparativos para una noche grande. Miguel se encargó de supervisar personalmente que nada estuviera fuera de lugar, tal y como se puede observar en la imagen.
En esta instantanea podemos ver como Patri y Miguel acuden sin ningún tipo de pereza a coger agua del mediterraneo para preparar los montículos donde luego el Barri expondría toda su entrega y clase espetando.
Aquí están dos veteranos de pro trabajando sin cesar. No podía fallar nada, y para eso estaba allí Patricio, el todoterrenos. Pedro un buen aguador.
En la lejanía se ve el largo trayecto que estos hombres tenían que recorrer desde el mar a la barca, pero eso no fue impedimento para que el agua no faltara. Un derroche de esfuerzo.


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