En el partido de ayer se produjo un incidente que seguro que a todos los que acudimos semana tras semana a jugar nuestro partido habitual no nos gustaría que se volviera a repetir. El hecho en si fue el choque entre Javi (jugador junior) y Lucas (jugador veterano). Entendiendo que fue un choque fortuito (siempre queremos pensar que actuamos de buena fe, sin ningún tipo de maldad), y que ninguno tuvo intención de hacer daño al otro, aunque Lucas resultara dolorido en el costado, tengo que decir que no me parece correcto el hecho de recriminar de forma efusiva a nuestro rival, y a la vez compañero, el hecho de hacernos una entrada en una jugada que no era clara puesto que ambos fueron al choque, así como que tampoco estoy para nada de acuerdo en solucionar cualquier disputa con una agresión. Está claro que las cosas no están como antaño, y que la tensión parece no querer dejarnos hacer o intentar lo que sabemos, jugar al fútbol, pero quizás ya va siendo hora de recapacitar e intentar al menos acercar posturas y dedicarnos a jugar y solo jugar. Todos, tantos juniors como veteranos somos mayorcitos para decirnos las cosas a la cara sin que por eso tener que reprochar nada a nadie. Quizás solo así se llegue a algún entendimiento y logremos evitar que el día menos pensado por un hecho como el ocurrido ayer todo lo que hemos conseguido en los dos años que llevamos jugando se vaya a pique. Seguro que todos pensamos que no pasaría nada, que cada uno haría su vida tal y como quisiera, pero seguro que con el tiempo se apetecería echar un rato. Por favor, solo se pide cordura. Ahora mismo parecemos dos bandos, parece que jugamos contra gente que ni conocemos. Es algo que bien mirado resulta hasta desagradable y sobre todo desmoralizante. Lo dicho, se pide cordura a todos y cada uno de los que acudimos a jugar, porque todos hemos hecho algo en algún momento que ha podido molestar a un compañero. Un poquito de por favor señores.
Por otro lado, quiero manifestar mi repulsa hacia aquellos que tiran la piedra y esconden la mano. No pasa nada por dar la cara. Cada uno es libre de opinar y escribir lo que quiera. Pero si lo que pretende es opinar sobre algo que nos afecta a todos al menos hay que tener los cojones de decir quien es. NO creo que nadie se vaya a comer a nadie. Es una actitud un poco cobarde y que en realidad solo merecería indiferencia, pero a veces esa indiferencia es imposible siendo como es el mayor de los desagravios.
MIGUEL RUIZ.