Aprender a separar adecuadamente para permitir el reciclaje

El Aula del Mar trae hasta el Paseo Marítimo información sobre los contenedores amarillos

‘El futuro está en tus manos, separa y recicla' este es el lema que han traído hasta Estepona los monitores del Aula del Mar de Málaga, a través de una campaña de la Mancomunidad de municipios de la Costa del Sol Occidental para fomentar el uso adecuado de los contenedores amarillos. Estos contenedores están destinados a los envases, algo que en ocasiones lleva a confusión, ya que muchas personas creen de forma equivocada que en ellos se pueden depositar también recipientes de plástico como fiambreras, cubos o sillas."En el contenedor amarillo sólo se pueden reciclar envases, es decir, tetra bricks, plásticos y latas de aluminio, pero no perchas de plástico, dodotis, barreños o sillas, por más que sean de plástico", explica Rosa María Rico, monitora del Aula del Mar, a un público que la mira atentamente.A través de pasacalles, concursos y explicaciones los monitores han ido enseñando a diferenciar los usos de los diferentes contenedores de reciclaje y cómo se deben depositar en ellos los residuos."Además, los envases hay que introducirlos de uno en uno en el contenedor y después echar la bolsa de plástico dentro pero siempre vacía, porque de otra manera las máquinas que operan en las plantas de reciclaje no pueden tratar los residuos", continúa Rico.Todos los que se han acercado hasta el puesto instalado en el Paseo Marítimo parecían encantados con las explicaciones y han confesado que a partir de ahora están dispuestos a reciclar un poquito más."El contenedor amarillo sirve para los plásticos y me parece muy bien que se utilice", afirma una niña de ocho años que se ha llevado una camiseta de regalo. Una señora de sesenta admite que no sabía que el contenedor amarillo se pudiera usar para tantas cosas y admite: "La verdad que apenas reciclo pero a partir de ahora con todo lo que he aprendido pienso ponerme a ello".Así que no lo olviden hay que reciclar la basura pero siempre de forma adecuada para poder aprovechar los desperdicios ya que por ejemplo con 80 latas podemos construir la llanta de una bicicleta y con unas diez cajas de cereales se puede fabricar un libro.