El mosqueo de Rijkaard
De todas las cosas que han ocurrido este fin de semana, lo que más me ha me ha llamado la atención ha sido la dura réplica de Frank Rijkaard a Bernd Schuster, a raíz del partido del sábado en el Camp Nou. Es verdad que a Bernardo le traicionó la vista al considerar que el árbitro había beneficiado al Barcelona (no hubo ningún penalty a Belenguer), pero también hay que entender la indignación de Schuster tras las muchas bobadas que se habían escrito sobre él simplemente por haber comentado que aquel día (18.04.07) del gol glorioso de Messi se le tenía que haber parado con una falta.Entiendo que los puristas del fútbol, los que no se juegan nada , se la cogieran con papel de fumar y censuraran las palabras del alemán, pero cualquier técnico hubiera opinado lo mismo, porque Schuster no habló de juego violento, sólo de pararlo con una falta. También entiendo que Rijkaard estuviera molesto por la expulsión de Ronaldinho después de la cantidad de faltas que había hecho el Getafe, pero me sorprendió su dureza contra Schuster. Una de dos: o alguien le han contado que el alemán puede ser su relevo, o, simplemente, no le dejaron fumarse su canuto. Yo creo que fue mas lo segundo, porque Franklin es un gran tipo que nunca se mete con nadie.Ziganda también sacó pecho, cabreado por lo que había tenido que escuchar durante la semana. Es tan ingenuo como Albelda, porque nadie creía de verdad que Osasuna, necesitado de puntos, se fuera a dejar ganar por la Real; fue sólo una estrategia urdida desde Bilbao para provocar reacciones. Y lo lograron, porque Osasuna llevaba la tira sin ganar en casa. Donde tienen razones más que sobradas para estar mosqueados es en el Betis. Tiran ahora contra los árbitros, pero habrían hecho mejor en apuntarle antes a Lopera.
De todas las cosas que han ocurrido este fin de semana, lo que más me ha me ha llamado la atención ha sido la dura réplica de Frank Rijkaard a Bernd Schuster, a raíz del partido del sábado en el Camp Nou. Es verdad que a Bernardo le traicionó la vista al considerar que el árbitro había beneficiado al Barcelona (no hubo ningún penalty a Belenguer), pero también hay que entender la indignación de Schuster tras las muchas bobadas que se habían escrito sobre él simplemente por haber comentado que aquel día (18.04.07) del gol glorioso de Messi se le tenía que haber parado con una falta.Entiendo que los puristas del fútbol, los que no se juegan nada , se la cogieran con papel de fumar y censuraran las palabras del alemán, pero cualquier técnico hubiera opinado lo mismo, porque Schuster no habló de juego violento, sólo de pararlo con una falta. También entiendo que Rijkaard estuviera molesto por la expulsión de Ronaldinho después de la cantidad de faltas que había hecho el Getafe, pero me sorprendió su dureza contra Schuster. Una de dos: o alguien le han contado que el alemán puede ser su relevo, o, simplemente, no le dejaron fumarse su canuto. Yo creo que fue mas lo segundo, porque Franklin es un gran tipo que nunca se mete con nadie.Ziganda también sacó pecho, cabreado por lo que había tenido que escuchar durante la semana. Es tan ingenuo como Albelda, porque nadie creía de verdad que Osasuna, necesitado de puntos, se fuera a dejar ganar por la Real; fue sólo una estrategia urdida desde Bilbao para provocar reacciones. Y lo lograron, porque Osasuna llevaba la tira sin ganar en casa. Donde tienen razones más que sobradas para estar mosqueados es en el Betis. Tiran ahora contra los árbitros, pero habrían hecho mejor en apuntarle antes a Lopera.
