sábado, 19 de mayo de 2007


Tomás Guasch
¡EMPÁPATE DE ELLOS, VAN NISTELROOY!


A Pahíño no le vi jugar. A Di Stéfano, un poquito... y Amancio fue el primer fenómeno de nuestro fútbol con el que gozó la gente de mi generación. De Pahíño me hablaron algunos amigos de mis abuelos y decían que donde ponía el ojo ponía la bala; fue pichichi en el Madrid y en el Celta, hazaña que no se ha vuelto a repetir. Alfredo fue el ídolo de mi madre (primero fue de Molowny) y su arte rindió incluso a mi padre, que fue culé y me inspiró una de mis frases favoritas: "Para el Barça fue más dañino Di Stéfano que Franco y todos sus ministros". ¡Qué tres goleadores, quién los pillara con 20 años, incluso con 30...!S us reflexiones dejan un mensaje cumbre por aquello de la rabiosa actualidad: no hay pichichi sin equipo, referido a Van Nistelrooy, ni hay nada sin equipo. Porque si el Madrid ha emergido de las tinieblas hasta el liderato de la clasificación es porque se ha convertido en un bloque en el que todos trabajan con un mismo objetivo: el equipo, el bien común o sea. Sólo así podemos asistir a lo más grande de los tiempos modernos: que esta Liga sea madridista. Ruud une a sus virtudes la bendición de estos tres delanteros extraordinarios. Este reportaje le dará más fuerza.

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