• Conseguir que julio salinas diga algo, o demostrar que la NBA es una merienda de negros que pagan los blancos son algunos de sus éxitos como locutor deportivo. Le gusta el fútbol con ‘fatatas’ e intenta convencernos de que la vida puede ser maravillosa. No sabemos si tanto como la de Beckham. Pero casi.
—Dígame algo, Andrés, dígame algo. —Pues eso, que la vida puede ser maravillosa. —¿De pequeño, ya recitaba la tabla de multiplicar con su particular estilo? —No, qué va. La recitaba como todos los niños. No destacaba por mi forma de hablar. —¿La violencia en el fútbol se debe a que la gente ‘tiqui-taca’ poquísimo? —La gente no ‘tiqui-taca’ nada en general. Así nos va la vida. —Si fuera Luis Aragonés, ¿qué taco le gustaría decir en su primera rueda de prensa? —¡Coño! —¿Se atrevería a retransmitir un partido al alimón con José Ángel de la Casa? —¿Por qué no? Es un gran profesional que lleva muchos años en esto, y como yo aspiro también a serlo, no creo que hubiera ningún problema.—¿Le consta que hay gente dispuesta a apedrear el televisor por su forma de retransmitir los partidos? —No creo que llegue a tanto la cosa. De todas formas, el hecho de que vengan a entrevistarme tanto me imagino que será porque gusto a la mayoría de la gente. —¿Qué música elegiría para celebrar la proclamación de la selección española de fútbol como campeona del mundo? —El ‘Gloria’ de Van Morrison. —¿Teme que le censuren esta entrevista, como a José María García? —En absoluto. No tengo ningún miedo. Yo paso de polémicas, vendo mi historia, tengo la suerte de que un medio haya confiado en mí y, además, Florentino no tiene la culpa de nada. —¿Con qué mujer descubrió que la vida puede ser maravillosa? —No fue con ninguna mujer. Fue con los Beatles. —¿Usa pajarita para que no le dé ninguna pájara? —Compré muchas en Tokio, con motivo del mundial de baloncesto, y también en Londres. Las uso porque vienen en el ‘pack’ de Andrés Montes. Son parte de mi estilo, como mi calva, mi ropa y mi manera de funcionar. —¿Para dentro de cuántos años todos calvos? —No me preocupa saber cuánto le queda a la gente para quedarse calva. Me miro al espejo, multiplico por dos y ya calculo más o menos lo que me queda de vida. Empiezo a ver la botella medio vacía. Todo pasa muy rápidamente. —¿Qué mote le pondría a Andrés Montes? —Suelo decir que ‘cantamañanas’. Creo que me pega.—¿A cuántas canastas de Gasol equivale un gol de Torres? —No lo veo comparable, sinceramente. Gasol es un ‘crack’. Ha triunfado en la NBA, que no es más que una merienda de negros que pagan los blancos. Y Torres es un jugador que ha sabido soportar el peso del Atleti y ahí podría estar feliz toda la vida. —Si el fútbol es así, ¿cómo es el baloncesto? —El fútbol está lleno de tópicos, y el baloncesto es el baloncesto. Pero no tiene nada que ver con el fútbol. Cuando vivía Franco, se decía que el fútbol era el opio del pueblo. 32 años después, es el opio aumentado a la enésima potencia. —¿Además de con ‘fatatas’, cómo le gusta el fútbol? —A mí me gusta el de ‘tiqui-taca’; es decir, el fútbol de toque, de creatividad... En las retransmisiones suelo decir que el vídeo mató a la estrella de la radio, y el vídeo, la pizarra y otras leches por el estilo han matado al fútbol. El talento está bajo sospecha. —¿Su afición por el Atlético de Madrid es la forma de sacar a la luz el masoquista que lleva dentro? —Soy aficionado al Atleti, pero cuando hay un partido, lo único que me preocupa es que el partido salga bien. Lo miro desde el lado profesional y ni me acuerdo que soy del Atleti. Los del Atleti deberíamos estar protegidos por Greenpeace. Somos una especie en extinción. —¿Le gustaría retransmitir el desnudo de la próxima chica de portada de interviú? —No. Me considero poco gracioso y no tengo ningún interés en hacerme el gracioso. Y pese a todo, me han pedido cosas insospechadas.
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