DESAPARECIDOS, PERO LOCALIZADOS

Esta es la imagen del día. Como todos sabemos en estas últimas fechas ha tragado por todo lo que su mandatario Lucas le ha hecho pasar. Ha soportado las críticas del citado Lucas y a pesar de eso ha mantenido su lealtad como un perrito faldero hacia el que continuamente la ha machadado cuando ha tenido la oportunidad, él erre que erre apoyándolo. Flaqueó en algunos momentos cuando en una agradable tarde pudo disfrutar de la compañia de los que en teoría dice son sus rivales, y ahí si se desahogó y dejó algunos videos en los que confesó sus diferencias con Lucas. Pero como son tal para cual, ambos se perdonan las críticas y si hace falta agacharse al pilón pues se agachan. En realidad es algo un poco vergonzoso.
Pero el objeto de este artículo no es recordar a uno y otro personaje los desvarios que suelen tener, sino informar de que el citado Pepelu, el que ayer no acudió al importante trofeo del Día de Andalucía, ha justificado su no presencia al citado partido porque estaba durmiendo. Según él por una juerga el día anterior. Esto empieza a ser algo preocupante. Cuando tienes unos compañeros a los que apoyar, es mejor quedarse en camita y que se partan ellos las piernas en el campo. Que cada uno piense lo que quiera, pero las cosas están así. Y no queremos citar al resto de los que ya se conocen como superpandi: Aguilar, el niño de la flauta, de concierto (según nuestras últimas informaciones acudieron unas diez personas al citado concierto entre organizadores y técnicos de iluminacion; ah, y un pobre hombre que se equivocó al estar algo borracho y una vez dentro no lo dejaron salir), Juanda (malito, enfermito, que lástima. ¿No será que le ha afectado el resultado de la encuesta y ahora le reconcome la conciencia?). En definitiva, que de la superpandi, solo acudió el cabecilla, Lucas, al cual se le nota algo bajo de forma. El resto, Pelu, Aguilar, Juanda y Paolo, estuvieron todos desaparecidos en combate. Por suerte no se les echó en falta ya que el equipo tiene recursos para suplir tan insignificantes bajas.
DON MIGUEL.