La comunicación táctil, o transmitida mediante el tacto, es especialmente importante en los animales sociales, incluyendo los insectos. Los miembros de una colonia de hormigas, por ejemplo, se lamen y se rozan a cada momento; esas actividades refuerzan los vínculos sociales de las hormigas.
La comunicación táctil en las abejas ha interesado especialmente a los investigadores a causa de su complejidad. Cuando una abeja descubre una nueva fuente de alimento, regresa a la colmena y ejecuta una danza detallada , fenómeno que fue interpretado por vez primera por el zoólogo austriaco Karl von Frisch. La información se comunica principalmente mediante contacto físico, cuando las otras abejas siguen y tocan a la abeja danzante. La orientación y la velocidad de la danza, así como el tamaño del área cubierta por el danzador, comunica a las otras abejas la distancia y la localización precisa del alimento.
La comunicación táctil en las abejas ha interesado especialmente a los investigadores a causa de su complejidad. Cuando una abeja descubre una nueva fuente de alimento, regresa a la colmena y ejecuta una danza detallada , fenómeno que fue interpretado por vez primera por el zoólogo austriaco Karl von Frisch. La información se comunica principalmente mediante contacto físico, cuando las otras abejas siguen y tocan a la abeja danzante. La orientación y la velocidad de la danza, así como el tamaño del área cubierta por el danzador, comunica a las otras abejas la distancia y la localización precisa del alimento.
Sí, así como lo oyes, las aves sudan igual que todos los animales de sangre caliente, aunque en menor cantidad que los mamíferos. La evaporación del agua del cuerpo es básica para regular la temperatura de nuestro cuerpo.
Este proceso deriva de la respiración, al despedir vapor de anhídrido carbónico cuando exhalamos; pero si aún existe un exceso de calor, tiene que entrar en acción la sudoración, la cual sirve para eliminar agua de la piel y exponerla al aire donde será evaporada.
Este proceso deriva de la respiración, al despedir vapor de anhídrido carbónico cuando exhalamos; pero si aún existe un exceso de calor, tiene que entrar en acción la sudoración, la cual sirve para eliminar agua de la piel y exponerla al aire donde será evaporada.