domingo, 30 de septiembre de 2007



El Málaga vuelve a sufrir, pero exhibe su clara hegemonía
El conjunto de Muñiz fue muy superior a un Ejido en crisis y mantiene su espectacular racha de victorias Peragón fue el jugador más determinante del partido al conseguir dos goles gracias a su astucia y habilidad

La pitón es una de las serpientes más temidas de todas las de su especie. Cuando inyecta su veneno sobre la piel -si es venenosa, claro está- suele ser mortal. El Málaga de este año es como esa pitón que comienza los partidos estudiando de forma minuciosa a su rival, midiéndolo para saber cuánto tiempo tardará en engullirlo, enroscándose y desenroscándose a su antojo en función de las necesidades. Ora, en un palmo de terreno, ora a lo largo y ancho del campo.Pero, a diferencia de otros reptiles, cuando abre la boca es con la absoluta seguridad de que va a conseguir su objetivo, dejar herido de muerte a su enemigo. La movilidad y capacidad para abrir huecos de Nabil Baha y la pillería y excelente colocación de Peragón constituyen una mezcla casi perfecta para lograr la meta más deseada, que no es otra que el gol. Ayer sólo hicieron falta 13 minutos para hipnotizar y dejar sin fuerzas al Poli Ejido. A la segunda oportunidad, ¡zas!, el siempre escurridizo Roberto Peragón sumó otro gol -luego haría uno más, con lo que suma cuatro y todos lejos de La Rosaleda- superando a Hidalgo y Baha -suman tres- como máximo artillero del equipo.El guión fue el mismo de anteriores envites: dar primero para que el rival tenga que ir a remolque, llevar la iniciativa en el juego hasta perforar la red, con ese desarrollado olfato -digno de una pitón- de gol. Quien diga que no teme a una serpiente de estas características, miente como un bellaco. El Poli tenía pavor. Los ejidenses, comandados en la línea medular por el ex malaguista Usero, que difícilmente seguirá en el club almeriense, vieron cómo el tanto en contra suponía una losa demasiado pesada. Al veneno arriba del Málaga hay que añadir la versatilidad de su cuerpo, la capacidad de numerosos jugadores para adaptarse a funciones que en teoría no les corresponderían: sacrificio defensivo de los jugadores ofensivos -Peragón, Baha, Paulo Jorge, Calleja...- y la ambición e ideas claras de quienes disfrutan de una oportunidad, como ayer Apoño.El jugador criado en La Palmilla, que tenía la difícil misión de hacer olvidar a Carpintero, fue todo pundonor y eficacia a la hora de solventar las situaciones de peligro. El Poli apenas llegaba a las inmediaciones de Iñaki Goitia, que parecía un aficionado malaguista más del millar que acudió al Santo Domingo -se leían pancartas en las gradas de la Peña Universitaria, la Pela Malaguista de Fuengirola, los hooligans de Frente Bokerón, la Peña Málaga, `Guiri Army´-...Da igual que el árbitro, que ayer fue el siempre discutido Pino Zamorano, señale un penalti por agarrón de Weligton a Jorge Molina y no pite otro anterior de De Muner a Baha. El gol transformado por Bermejo, lejos de amilanar a un `animal´ como el Málaga, le encorajinó aún más. Hidalgo, que se carga el equipo a la espalda cuando peor está la cosa, hizo varios recortes en el área y, tras quedarse muerto en el área el balón, Calleja dio un pase de la muerte que Tena mandó a su propia portería (1-2). La grada de Fondo, teñida de blanquiazul, se venía abajo. Los jornaleros del Poli Ejido no sabían por dónde podía entrar la pitón que mordió a su víctima una vez más al final. Cómo no de Peragón. De poco sirvieron el gol de Juli y el tiro al poste de Bermejo. Ni el tiro a su cruceta de Jesús Gámez. ¿Quién para a este Málaga? Que pase el siguiente.

0 comentarios:

 
Copyright © 2011 A.D.C. PIPOLS.. Designed by Wpdesigner, blogger templates by Blog and Web