LA COLUMNA DE TOMAS GUASH

Tomás Guasch
TAMUDO, CONTRA LOS CENTRALES

Sostiene Valverde que no va a renunciar a su estilo y que el Espanyol jugará hoy sin hacer grandes inventos. Pensando en la experiencia ante el dichoso Bayer Leverkusen, es una tranquilidad. Así las cosas, los blanquiazules jugarán su clásico 4-2-3-1 y, si nos atenemos a la tradición, con Gorka; Zabaleta, Jarque, Torrejón, David García; Moisés, De la Peña; Rufete, Luis García, Riera y Tamudo. Cinco futbolistas hechos en casa, casi que seis pues Gorka se hizo hombre en el club. Hay jugadores que deslizan por lo bajini que pondrían dos puntas y apostarían por un 4-4-2 con Pandiani junto a Tamudo. Los más amarrateguis proponen Ito-Moisés y fuera De la Peña o Rufete. Diría que de las dos posibilidades, ésta es la que tiene menos futuro.Nos quedamos con Valverde y su idea de que más importante el once que termina el partido “pues es el que se hace la foto verdaderamente importante si se gana”. Pinta a final igualada que podrían decidir los hombres de refresco. Y en eso, además de un Pandiani en gran racha, el Espanyol tiene el campeón del mundo: Corominas. El más rápido del oeste blanquiazul y tipo de frialdad extrema en las situaciones ídem: lo mismo decide un título, que una eliminatoria, que salva al equipo en el último minuto de una Liga que se escapaba. El Espanyol sabe que si el Sevilla tiene una debilidad son sus centrales y que bailarán con la más fea: Tamudo I de Montjuïc, al que después de las dos Copas del Rey ya solamente le falta conquistar Europa.