LA COLUMNA DE JUANMA TRUEBA

Juanma Trueba
EL ADIÓS QUE NO SE EXPLICA

Cuando Beckham anunció el pasado enero que dejaría el Real Madrid para fichar por Los Angeles Galaxy su situación en el club era más que delicada. Había perdido la titularidad al tercer partido de Liga (jugó apenas ocho minutos contra el Barcelona) y en 17 jornadas sólo regresó al once inicial tres veces más. Tenía razones para pensar que Capello no contaba con él. La oferta de renovación del club, cierta y firme, parecía chocar con los gustos de un entrenador que tenía contrato durante tres años. Así que Beckham, instado por el calendario a definir su futuro, decidió marcharse. Se podrá decir ahora que su esposa resultó clave en la despedida y habrá quien señale como argumento su pelea por recuperar el total de sus derechos de imagen, algo que se asegura en América. Sin embargo, nada explica mejor su adiós que las razones deportivas.En cinco meses, la situación ha cambiado totalmente: Beckham se ha convertido en un jugador básico para el Madrid y ha regresado a la selección inglesa. Caprichos del destino, dirán algunos. Sin embargo, dentro de los méritos que debemos reconocerle a Capello, entre ellos la resurrección del equipo, también se le puede apuntar esta culpa. Sus habituales rectificaciones (Helguera, Robinho...), asumidas desde el liderato como jugadas maestras, no encontrarán en este caso vuelta de hoja. Beckham se irá siendo útil y rentable. Y se irá gratis. El movimiento debe ser genial, pero yo no lo entiendo.