Carlos posa orgulloso ante uno de los jugadores del Pipols.

El derby, aparte de las distintas opiniones que está generando nos dejó imágenes como la que mostramos a continuación. Carlos, portero rival y que tiene contrato en vigor con el Pipols a pesar de militar en el Aluminios Domínguez Vera, posó junto a Álvaro en un intento más de ser repescado por el equipo que le devolvió la ilusión por el fútbol. Somos conscientes de que su situación en en el equipo amarillo no es la mejor de las posibles. Su relación con el mister no es precisamente un bonito idilio. Muy al contrario está siendo sometido al típico banquillazo al que estaba acostumbrado Lucas, y que ahora parece ser la medicina que le quiere aplicar a Carlos. Solo disputó los últimos minutos del partido y le tocó encajar el gol de la derrota. Un triste momento para un hombre que vive cada partido al máximo. Se le vio deambulando por la banda de un lado a otro, incluso sentado en la grada. Está claro que por su cabeza no pasa otra cosa que abandonar el club lo antes posible y volver a la disciplina Pipoliana. Hemos intentado obtener alguna declaración de intenciones del susodicho, pero prefiere mantenerse en silencio, al menos por el momento.
Antonio, que también aparece en una esquinita, es otro de los hombres que se quejó tras el encuentro de robo. Un hecho no probado y que tampoco justifica la derrota de su equipo. Es otro de los sacrificados del mister. No tiene su confianza y encima perdió el balón que a la postre resultó acabar bajo los tres palos de su portería. Sin lugar a dudas no pasa por su mejor momento.