Ya son muchas las semanas en las que el sr. Daniel está desaparecido, por lo que hemos decidido empezar su búsqueda. Parecía claro que ya estaba dando sus últimos coletazos como futbolista (un gol cada 20 partidos para un delantero no tiene perdón), pero al menos se cuenta con él para celebraciones y actos del club. La carta de libertad la tiene siempre disponible, al igual que el resto de paquetones (dígase Lucas y Pelu; Carlos ya veremos), pero tampoco es para que se lo trague la tierra y no de señales de vida. Esperamos que acuda por el Pipolmoragón y de una rueda de prensa donde explique el por que de su desaparición inesperada. Empieza a oler a paquetillo.
jueves, 27 de agosto de 2009
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