EMPIEZA HOY UNA NUEVA SECCIÓN DONDE SE VA A HABLAR DE LOS GRANDES SUFRIDORES DEL BANQUILLO, LOS ENTRENADORES, LOS CUALE TAMBIÉN TIENEN UNA IMPORTANCIA MUY GRANDE EN EL MUNDO DEL FÚTBOL. PARA EMPEZAR QUE MEJOR QUE TODO UN CLÁSICO, DON DAVID VIDAL.
Experimentado entrenador nacido una soleada tarde de agosto de 1950 en la apacible localidad coruñesa de Portosín, David Vidal no tardó en destacar entre sus vecinos a la hora de jugar al fútbol, aunque más por su pundonor y fuerza que por su calidad. Quizás fue por ello que mientras la mayoría de sus compañeros de infancia buscaron en la pesca la forma de ganarse la vida, él supo hacerse un hueco entre las modestas plantillas que Deportivo, Xerez o Cádiz, entre otros, lucían por aquella época, siendo esto lo más destacable de su época como jugador, si acaso resaltar que aún no lucía su hoy característico bigote.
Una vez retirado, nuestro homenajeado de hoy no quería desvincularse del fútbol bajo ningún concepto, hecho por el cual optó por intentar ser entrenador, y es obvio que lo logró. Rayo Vallecano, Hércules (imperdible video resumen de sus aventuras y clases de filosofía futbolística en Alicante haciendo click aquí), Murcia (al que ascendió a primera y acto seguido le despidieron), UD Las Palmas, Elche (en la actualidad) y sobre todo Cádiz son algunos de los clubes que adornan su currículum como técnico. Muchos os estaréis preguntando algo así como “¿y por qué merece un homenaje este tipo?”. Tranquilos, para todo hay explicación. David Vidal no sólo es un hombre cuyo carácter y su peculiar manera de hablar lo hacen diferente al común de los mortales, sino que además es un excelente entrenador... eso sí, muy a su pesar, de equipos modestos.
Caracterizado por revitalizar plantillas, es todo un especialista en el arte de motivar y sacar el mayor rendimiento de sus jugadores. Fue famosa su relación amor-odio con el mítico Mágico González (llegó a decir que era mejor técnicamente que Maradona) al que perseguía por las discotecas para encauzarlo en una vida más sosegada. Cuenta la leyenda que un día le dijo “Coño, Mágico, no fumes en el vestuario” y el salvadoreño se puso a dar toques con la cajetilla. Con los años se fue ganando el respeto que se merece, incluso llegó a tener fama de sargento, lo cual desmintió diciendo una frase lapidaria e histórica como fue aquella que en la que decía “yo soy un hombre jocoso y amante de la libertad”. Hombre sin pelos en la lengua y con mucho sentido del humor, sin lugar a dudas es uno de los grandes de nuestro fútbol.
Una vez retirado, nuestro homenajeado de hoy no quería desvincularse del fútbol bajo ningún concepto, hecho por el cual optó por intentar ser entrenador, y es obvio que lo logró. Rayo Vallecano, Hércules (imperdible video resumen de sus aventuras y clases de filosofía futbolística en Alicante haciendo click aquí), Murcia (al que ascendió a primera y acto seguido le despidieron), UD Las Palmas, Elche (en la actualidad) y sobre todo Cádiz son algunos de los clubes que adornan su currículum como técnico. Muchos os estaréis preguntando algo así como “¿y por qué merece un homenaje este tipo?”. Tranquilos, para todo hay explicación. David Vidal no sólo es un hombre cuyo carácter y su peculiar manera de hablar lo hacen diferente al común de los mortales, sino que además es un excelente entrenador... eso sí, muy a su pesar, de equipos modestos.
Caracterizado por revitalizar plantillas, es todo un especialista en el arte de motivar y sacar el mayor rendimiento de sus jugadores. Fue famosa su relación amor-odio con el mítico Mágico González (llegó a decir que era mejor técnicamente que Maradona) al que perseguía por las discotecas para encauzarlo en una vida más sosegada. Cuenta la leyenda que un día le dijo “Coño, Mágico, no fumes en el vestuario” y el salvadoreño se puso a dar toques con la cajetilla. Con los años se fue ganando el respeto que se merece, incluso llegó a tener fama de sargento, lo cual desmintió diciendo una frase lapidaria e histórica como fue aquella que en la que decía “yo soy un hombre jocoso y amante de la libertad”. Hombre sin pelos en la lengua y con mucho sentido del humor, sin lugar a dudas es uno de los grandes de nuestro fútbol.
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