En el mismo escenario en el que el Valencia CF se proclamó campeón de la Liga en la temporada 01/02, La Rosaleda retornó a ser un estadio talismán y los hombres de Emery volvieron a salir vencedores. Los valencianistas ganaron 0-2 después de que en el minuto 70 David Villa cabeceara a placer un gran centro de Juan Mata, y que al final del encuentro los dos protagonistas conectaran de nuevo para que el ‘Guaje’ matase nuevamente a Arnau. Dos acciones que vuelven a dejar al Club de Mestalla en lo más alto de la tabla y que demuestra que la conexión asturiana en ataque es letal. La otra cara de la moneda la protagonizó un Málaga muy necesitado de puntos que todavía no había puntuado ni tampoco transformado ningún tanto en la presente campaña y que no pudo hacerlo esta noche de jueves, 25, ante un bloque que, partido a partido, va creciendo y haciendo más solidas sus bases y que quería continuar en lo más alto de la tabla.
La clave del partido: La puntería. Un minuto despues de haber perdonado su ocasión más clara en el encuentro, el Málaga vio cómo una rápida triangulación de Mata con Villa cavó su tumba en el encuentro.
El mejor: Adrián. Se empleó con muchísima movilidad en ataque, abrió huecos para los compañeros e hizo daño a la zaga del Valencia con sus diagonales. Le faltó la guinda del gol.
El peor: Salva. Volvió a jugar un partido oficial cuatro meses después de su último encuentro y se ganó una basurda expulsión tras llegar tarde a un balón dividido con Edu.
La pregunta: ¿Qué nueva fórmula empleará Tapia el domingo para romper la sequía goleadora?
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