Finalmente han dejado a mi Cádiz en Segunda B en una acto de falta de razón y la mayor de las injusticias con la ley en la mano. El tema va a dar que hablar. Hay que reconocer que en el campo no se lo ha ganado y que su lugar por lo demostrado durante la temporada era el que ocupó una vez que el traidor de Abraham Paz falló el ya famoso penalty. Pero también es cierto que la ley está para cumplirla, y si el reglamento dice que el ya archiconocido Kiko Femenia tenía ficha de juvenil, reconocida como tal por la federación valenciana, la andaluza (solo de palabra) y otros estamentos, dicho jugador no podía participar con el primer equipo como así lo hizo. Y ahora vendrán los comentarios habituales de " ...encima que colocan a un niño, os vais a quejar..."; pues si, porque la ley está para cumplirla. Es paradójico el hecho de que se le reconozca al Cádiz la razón pero que no se pueda hacer nada ya que el Hercules C.F. no actuó de mala fe. Pues ahora cuando un ladrón atraque un banco y alegue que no lo hizo de mala fé que lo suelten y que vuelva a cometer más delitos. La ley no está para juzgar si se hace de mala fé o no, la ley está para cumplirla y si en esta ocasión el Cádiz CF lleva la razón, por muy inmerecido que pueda ser, hay que ajustarse a lo que marcan los reglamentos y darle los tres puntos al equipo amarillo. La solución está clara, liga de 23 equipos y así no se hubiera perjudicado al Córdoba, el cual no tenía culpa de nada en este embrollo. Pero la solución ha sido muy dolorosa sobre todo cuando se ha hecho con solo 24 h de antelación al comienzo de la liga, algo vergonzoso. No se puede tener a un club, y a toda una afición (por cierto de las más fieles) con esa incertidumbre hasta el último instante. Hay una planificación que cumplir, unos objetivos que marcarse, etc.... pero claro, aquí no se mira el daño que se puede producir. En definitiva, ahora empieza un largo camino que recorrer para recuperar el sitio donde debe estar estar siempre el submarino amarillo. Pero eso si, aun queda la justicia ordinaria, aunque solo sea para que se reconozca que se hizo un daño irrecuperable a toda una ciudad y una afición.

P.D: A aquellos que acusan al Cádiz de llorones o cualquier otro adjetivo similar, solamente que piensen que su club estuviera en la misma situación, ¿No querrían que se luchara hasta el final siempre y cuando le asistiera la razón? Esta claro que si.

Un saludo

Miguel Ruiz.