Los veteranos sucumben al mal juego y al desorden.

Partido que los veteranos ya tenían perdido desde el principio, puesto que en los primeros diez minutos ya caían por 3-0. El equipo junior fue superior de principio a fin y manejo al equipo naranja como una marioneta durante el 95 % del partido por no decir el 100 %. Es increíble que un equipo hace tres semanas venía de una racha de tres partidos sin perder ganando dos y empatando otro ahora se encuentre en un estado de crisis total. No hay referencia bajo los palos, Mario parece haber desaparecido, fichajes para cada nuevo partido y una desgana que poco a poco puede convertirse en una grave enfermedad. Por su lado los juniors han reaccionado y ahora están haciendo un fútbol si no de mucho toque si más seguro de sus posibilidades y con gran confianza en lo que hacen. Si ir más lejos en la noche de ayer solo encajaron dos goles, y tampoco es que los veteranos realizaran muchos disparos a puerta. Poco tiene que comentar un partido donde no hubo nada más que un equipo sobre el campo. Más bien parecía un típico partido de pretemporada en el que un equipo de primera división se mide a los habituales de regional. Solo después de encajar el 3-0 los veteranos mantuvieron un poco el tipo y tocaron algo el balón dejando portería durante varios minutos sin verse perforada. Es difícil de analizar una situación así. No es lógico que un equipo que la misma semana pasada durante la primera parte aguantara firmemente el tipo y acabara la primera parte con solo un gol por debajo, luego en la segunda mitad se deshaciera y prosiguiese esa disolución en el partido del lunes. Cierto es que quizás la física es un punto a favor junior, pero la colocación sobre el campo veterana últimamente había sido su mejor valuarte. En definitiva, que ahora tenemos más de una semana por delante para recapacitar y esperar a saber que va a suceder. Eso si, se hace necesaria la presencia de un hombre de ciertas garantías bajo palos y que el equipo acuda con su habitual plantel a los partidos. Los juniors, en cambio, mantienen su bloque y mientras su columna vertebral no haga aguas el equipo siempre rendirá, unas veces más que menos, pero siempre estará ahí.