LA CRONICA
El último partido del año fue de lo más original. Aunque como todos sabemos estaba previsto que se celebrara el clásico entre juniors y veteranos, a la hora del partido, como ya ha sucedido en otras ocasiones, a ambos equipos le faltaban jugadores, a unos con justificación y a otros por nadie sabe por que. Y es así, aunque suene penoso decirlo, la formalidad se está perdiendo, sobre todo en el bando veterano, los cuales llegaron al partido con lo justo para echar un partido de fútbol sala. Gracias a los no comparecientes por avisar. Pero como no todo podía ser malo, dicho hecho motivó que el Pipols pudiera disputar su primer partido oficial de 11 frente a 11 jugadores. No era mala forma de acabar el año. Pudimos ver a juniors y veteranos compartiendo el mismo equipo después de mucho tiempo, desde los tiempos en los que se retirara el Akonkagua. El espectáculo mereció la pena, ya que todos los jugadores pudieron disfrutar de la novedad jugar a campo completo, lo que ponía a prueba su adaptación a las nuevas medidas. De técnico se puso El Pato, el cual no podía jugar debido a una constractura. Dispuso el siguiente equipo: En la portería Mario, en la Defensa: Jose, Carlos, Volkov y Luis. En el centro del campo: Juanma, Miguel, Marín y Dani; y en punta Iván y Titola. Un equipazo en el que no se echó en falta a ninguno de los ausentes, el resultado lo demuestra.
En lo que se refiere al partido se notó la lógica falta de costumbre a jugar en un terreno de juego de estas dimensiones, ya que suponía una colocación diferente y un esfuerzo físicon en ocasiones muy superior por las mayores distancias a recorrer. El partido comenzó con titubeos aunque desde el principio eran los jugadores del Pipolos los que se hicieron con el balón que manejaron de forma irregular, faltando quizás algo más de toque, pero conforme iban pasando los minutos el dominio era mayor y los goles no podían tardar en llegar. Y así fue. Tras hacer el 1-0 el equipo siguío con el dominio del juego,mientras que el combinado esteponero lo intentaba sobre todo por la banda del guiri, el cual trataba de deshacerse él solo de todo el entramado defensivo azulino. Difícil tarea la del chaval. A pesar de ser superiores al rival, en una jugada aislada hicieron el empate, lo que no minó la moral del Pipols, el cual a partir de este momento empezó a encarrilar el partido haciendo un gol tras otro hasta llegar a la cifra de siete goles. En definitiva, una despedida de año por todo lo alto compartiendo esfuerzos tanto juniors como veteranos para hacerse con una victoria en un partido para la historia. Quizás si se hubiera organizado algún evento de este tipo la realización del mismo no hubiese tenido tanto éxito. Juntos, los azulinos, son un equipo de mucho respeto. Como todos sabemos,
Hacia atrás ni para coger impulso.
FELICES FIESTAS Y PROSPERO AÑO NUEVO
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