En la tarde de ayer volvimos a asistir a otro momento dramático en esta nefasta situación que vive nuestro cadiz. Increible pero cierto. Con nueve jugadores, aguantando el tirón y haciéndolo dentro de lo que cabe bien, llega el Elche, que hasta el momento tampoco había inquietado la portería cadista y hace en el minuto 96 de partido el gol de la victoria. Para echarse a llorar. Se fueron abajo todos los palos del sombrajo. Esto es una desgracia tras otra desgracia. Era un punto muy bueno ya que moralmente podría suponer un gran empujón. En el campo ilicitano ha caido el lider, ha caido el Numancia y ha empatado el Celta. Era un campo difícil, muy difícil según la crítica, pero el conjunto amarillo salió convencido de su clase y a intentar llevarse la victoria. Pero no puede ser. Se nota la tensión en los jugadores. Dos expulsiones de lo más tontas que existen. Eso es de no tener la cabeza centrada. Pero hay que confiar en cosechar un par de buenos resultados para que un equipo que había sido creado para el ascenso se crea sus polibilidades y salga pronto de un pozo que cada vez parece más hondo. Seguiremos animando a nuestro equipo. La semana que viene frente al Jerez, para que decir más. Y en Carranza. Quizás sea ese el punto de inflexión que necesitan todos para empezar a remontar el vuelo. Animo Cai.
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