lunes, 10 de septiembre de 2007


EL MACHO IBÉRICO ESTÁ EN EXTINCIÓN.

1 Llegar a los 30 sin tener barriga. ¡¡Seguro que es gay!! Nada más que decir.


2 Comer polos y otras mierdas de esas que se chupan. Las únicas cosas que un hombre de verdad puede chupar son las patas de las cigalas, los percebes, las cabezas de las gambas y cualquier otro tipo de marisco. Todo lo demás que se chupe son mariconadas y punto.


3 Tener gato. Sólo un homosexual consumado tendría gato. Un gato es como un perro pero en maricón: tiene sentido común, se lava con su propia lengua, come pescado y nunca se emborracha. Es decir, el hombre que tiene un gato en casa vive en una profunda relación homosexual. Fijaros que a un perro se le llama con dignidad masculina: "¡Sandokan, cabrón, ven aquí!", pero a un gato... "Bsss-bsss-bsss-bsss-bsss, ven bonito"... ¡Ridículo!


4 Mirar el buzón todos los días: De maricas. Un hombre llega a casa después de ocho horas de duro trabajo y tres de tomar copas con los amigos, cansado, sudado y medio borracho... así ¿qué os parece que es la primera cosa que hace? ¿Mirar el correo? Por el amor de Dios, un hombre sólo mira el buzón si le cortan el agua, la luz o el gas. Además, ¿habéis visto las llaves de los buzones lo pequeñas que son? Vamos, que no están hechas para los fuertes dedos masculinos. Son sólo para chicas y afeminados.


5 Saber el nombre de más de cuatro pasteles: Un hombre sólo conoce, como mucho, la Tarta de Santiago, el Tiramisú, el Roscón de Reyes y la Tarta de Manzana. Lo suficiente para poder desayunar en el bar y tomar postre a la hora de comer. ¿Dónde se ha visto que un "hombre" como Dios manda entre en una pastelería y diga "Disculpe, me podría poner dos Garibaldis, una Pirámide y un Éclaire?" Vamos, con 20 equipos en primera división y 24 jugadores en cada equipo... ¿a quién le queda sitio en la memoria para recordar los nombres de los pasteles?


6 Alimentar al perro con comida para perros: ¡¡Sólo un marica castigaría así a su perro!! La comida para perros la han inventado las multinacionales para amariconar a los pobrecillos. Un perro come lo que se cae al suelo o lo que desentierra. Es después de comer esas mierdas enlatadas que se vuelven afeminados: ya no beben agua del water, no tocan nada podrido y dejan de perseguir a los gatos.


7 Conducir con las dos manos: Gay. Si los "cowboy" consiguen atar con el lazo a los bisontes con una sola mano... ¿porqué un hombre ha de precisar las dos para agarrar el volante? El último sitio donde un hombre precisa tener dos manos es precisamente al volante. Las manos al volante sólo para dos cosas: adelantar o tocar el claxon. Para el resto la mano derecha ha de estar libre para poder sintonizar el partido en la radio, hablar por el móvil, agarrar la cerveza y sobre todo para meter mano a la chavala que va al lado.


8 Pasear a los perros con cadena. Los perros han nacido para andar sueltos. Pasear al perro es una actividad de riesgo. Nunca sabes hacia dónde va a girar, si va a volver a casa, si va a morderle la pierna a un policía, tirar al suelo una vieja o si va a ser atropellado por un camión. Las cadenas son para los niños y no hay más discusión.


9 Mirar la fecha de caducidad de los alimentos en el super: De nenas. Un hombre no mira esas cosas porque es inmune a los alimentos caducados. Como se ha dicho es una máquina autosuficiente en salud, y unas salchichas caducadas o un filete de pollo un poco pasado son beneficiosos para la fauna intestinal masculina. Por no hablar de los que tocan los tomates, los pimientos, etc. en el super para ver el estado... ¡¡Maricas!!

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