sábado, 2 de junio de 2007


Estamos en las mismas. El partido de ayer me pareció en ocasiones que lo jugaban niños entre 12-15 años, aunque estos quizás discuten menos y se pelean menos que los participantes en el partido de ayer. Se está llegando a un punto donde jugar al fútbol va a ser lo que menos se haga cuando haya partido. Ahora parece estar de moda discutir cualquier acción que sucede dentro del campo. Ya parece que no vale la lucha cuerpo a cuerpo, el marcaje tiene que ser cogido con alfileres, y soplar al rival en la oreja es motivo de sanción. Es cierto que hay acciones donde se hace falta, y es esa la que hay que pitar, lo que no se puede estar a la caidas para pitar cualquier cosa que en un partido cualquiera no es falta ni por asomo. El juego tiene que ser limpio, sin hacer entradas violentas o que puedan causar daño al rival, no estamos para eso. Vamos a divertirnos. Pero tampoco podemos estar interrumpiendo el partido cada vez que un jugador se topa con un rival, o cada vez que se pita una falta estar cinco minutos discutiendo sobre la misma, y esperar a que en la próxima acción devolver la que nos han pitado por cualquier acción que parezca algo dudosa. Señores, tenemos que poner pie en pared y ceñirnos a jugar al fútbol, no hacer entradas fuertes, no provocar la ira en el rival por neneces y no promover esta picaresca que parece estar tomando vida partido a partido. No somos niños y podemos hacerlo mejor con un esfuerzo de todos.

MIGUEL

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