Alfredo Relaño
LO QUE EN ITALIA RESULTA INCONCEBIBLE
Bueno, se consumó la salida de Capello. Confieso que ahora me da cierta mala conciencia, por esas contradicciones del fútbol que nos atrapan. Aquí llegamos a titular que había que ponerle en la frontera, pero ahora que se va no dejo de reconocer los valores de ese tipo duro que, con sus dudas, errores y rectificaciones, desmontó el Madrid galáctico y cumplió la promesa del título con la Liga. ¿No me habían pedido eso, dirá? ¿Acaso me habían pedido que el equipo jugara bonito? No, no le habíamos pedido esto, sino aquello, y ha cumplido. Pero ver jugar al Madrid en el Bernabéu ha sido demasiado duro.Noto que en Italia se ha tomado este despido casi como una ofensa colectiva al calcio. Allí resulta inconcebible, porque en efecto ha cumplido, ha hecho una gran tarea, ha ganado la más difícil de las ligas. Allí es lo que se pide, lo que se cultiva, y cualquier otra forma de ver el fútbol la consideran una frivolidad. No hay que enfadarse por ello, ni nosotros con ellos ni ellos con nosotros. Cada cual ve el fútbol como quiere. Allí lo ven como la continuación de la guerra por otros medios, como me decía una vez guasonamente Ramón Mendoza. Aquí lo vemos como un espectáculo, como una ilusión.Y además hay que ganar, claro que sí. Sólo que nada en la historia demuestra que se gane más de una manera que de otra. Italia ha ganado muchos mundiales, pero también Brasil. El gran Ajax es recordado por un bello modelo de juego, lo mismo que el gran Real Madrid en sus sucesivas versiones triunfantes. El Barça del 'dream team' y el de anteayer fueron vistos con buenos ojos hasta por los madridistas. Todos esos ganaron con un estilo que no es el de Capello. Capello cumple, Capello trabaja, Capello gana. Pero aquí se pide algo más. Aquí somos distintos. Aquí fue posible Curro Romero.
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