Agosto 10, 2007
LA CAMA ELÁSTICA
Manuel Lucas
El “machoman” pierde potencia
“En gustos no hay nada escrito”. ¿Seguro? Ahora los modelos estéticos son cada vez más estrictos y dejan sin sentido este refrán. Algunos estudios apuntan que, lo que nos gusta, tiene su raíz en la biología, que además influye en decisiones tan importantes como la elección de la pareja para compartir la vida. Según un estudio realizado en la Universidad de Durham y St. Andrews en el Reino Unido, dirigido por David Perret, y publicado por la revista Personality and Individual Difference los hombres con rasgos masculinos, ya no están entre las preferencias de las mujeres.Parece que lo del “pelo en pecho” ya no es atractivo. Pero realmente, y a pesar de las imposiciones culturales sigo creyendo que en la variedad está el gusto, y que los gustos siguen siendo muy variados. Y que la atracción sexual obedece, a patrones culturales, a herencias evolutivas y a las diferentes personalidades psicológicas y bioquímicas de cada mujer. Y también de cada hombre. Y también a cada circunstancia vital. Y eso pulveriza cualquier tipo de generalización por muy científica que se quiera “vestir”. Química y física aparte, Bardem está como un cañón, ¿o no?
El “machoman” pierde potencia
“En gustos no hay nada escrito”. ¿Seguro? Ahora los modelos estéticos son cada vez más estrictos y dejan sin sentido este refrán. Algunos estudios apuntan que, lo que nos gusta, tiene su raíz en la biología, que además influye en decisiones tan importantes como la elección de la pareja para compartir la vida. Según un estudio realizado en la Universidad de Durham y St. Andrews en el Reino Unido, dirigido por David Perret, y publicado por la revista Personality and Individual Difference los hombres con rasgos masculinos, ya no están entre las preferencias de las mujeres.Parece que lo del “pelo en pecho” ya no es atractivo. Pero realmente, y a pesar de las imposiciones culturales sigo creyendo que en la variedad está el gusto, y que los gustos siguen siendo muy variados. Y que la atracción sexual obedece, a patrones culturales, a herencias evolutivas y a las diferentes personalidades psicológicas y bioquímicas de cada mujer. Y también de cada hombre. Y también a cada circunstancia vital. Y eso pulveriza cualquier tipo de generalización por muy científica que se quiera “vestir”. Química y física aparte, Bardem está como un cañón, ¿o no?
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