Messi no es Maradona
No se trata de compararlo pero va a ser inevitable. Lo escribí fechas atrás: Messi es el futbolista que más recuerda a Maradona. Fue con motivo de la contundente victoria del Barça en Huelva; apenas una semana después de haberle hecho los tres goles al Madrid en el Camp Nou. Y llega ahora y nos obsequia con este gol para la historia. No; no se trata de compararle con el gol de Maradona en Méjico, porque son escenarios y rivales distintos, y porque también es diferente el momento. Se trataría, más bien, de si Leo Messi es o no la reencarnación del más grande futbolista que vieron los tiempos.Valen todas las opiniones para comparar ambos goles, aunque no debería de olvidarse una que parece haber pasado desapercibida. En Méjico, Maradona ya no era un crío. Iba para veintiséis, y su condición física (Victor Hugo Morales ya le apoda "barrilete cósmico") ya estaba en descenso, pues ya entonces era esclavo de las drogas y otro tipo de dependencias. En aquel Mundial, donde tuve el privilegio de estar, las temperaturas se disparaban por encima de los treinta grados y la humedad asfixiaba. El "slalon" de Maradona, sus cincuenta antológicos metros sorteando rivales, fue una proeza física. No es lo mismo hacerlo allí que en casa. Porque también en categorías inferiores estos goles se habrán marcado más de una vez.Mejor se aguanta la comparación de Messi con Maradona. Nadie puede saber de qué color estará pintado el futuro de Messi, pero si lo que es. Y Messi es Messi, no Maradona. Para llegar donde Diego deberá hacer campeón a un equipo secundario como era el Napoles en Italia; tendrá que ganar una Copa del Mundo con su país; lograr un gol como el de ayer en una fase final del Mundial, y ser, durante muchos años, reconocido como el mejor futbolista de su tiempo.En estos que corren, donde las urgencias mediáticas nos ponen cada mes a un jugador distinto como el mejor del momento (Ronaldinho, Kaká y C.Ronaldo ya han tenido ese honor) resulta prematuro e imprudente considerar a Messi más allá de lo que es: un portento. Messi se parece a Maradona; podría llegar, incluso, a ser mejor que Diego. Pero sólo es Messi. Un muchacho de 18 años que se divierte jugando al fútbol, pero que no conoce a Sachi ni aguanta ver un partido. ¿Cómo será cuando deje de divertirse?
No se trata de compararlo pero va a ser inevitable. Lo escribí fechas atrás: Messi es el futbolista que más recuerda a Maradona. Fue con motivo de la contundente victoria del Barça en Huelva; apenas una semana después de haberle hecho los tres goles al Madrid en el Camp Nou. Y llega ahora y nos obsequia con este gol para la historia. No; no se trata de compararle con el gol de Maradona en Méjico, porque son escenarios y rivales distintos, y porque también es diferente el momento. Se trataría, más bien, de si Leo Messi es o no la reencarnación del más grande futbolista que vieron los tiempos.Valen todas las opiniones para comparar ambos goles, aunque no debería de olvidarse una que parece haber pasado desapercibida. En Méjico, Maradona ya no era un crío. Iba para veintiséis, y su condición física (Victor Hugo Morales ya le apoda "barrilete cósmico") ya estaba en descenso, pues ya entonces era esclavo de las drogas y otro tipo de dependencias. En aquel Mundial, donde tuve el privilegio de estar, las temperaturas se disparaban por encima de los treinta grados y la humedad asfixiaba. El "slalon" de Maradona, sus cincuenta antológicos metros sorteando rivales, fue una proeza física. No es lo mismo hacerlo allí que en casa. Porque también en categorías inferiores estos goles se habrán marcado más de una vez.Mejor se aguanta la comparación de Messi con Maradona. Nadie puede saber de qué color estará pintado el futuro de Messi, pero si lo que es. Y Messi es Messi, no Maradona. Para llegar donde Diego deberá hacer campeón a un equipo secundario como era el Napoles en Italia; tendrá que ganar una Copa del Mundo con su país; lograr un gol como el de ayer en una fase final del Mundial, y ser, durante muchos años, reconocido como el mejor futbolista de su tiempo.En estos que corren, donde las urgencias mediáticas nos ponen cada mes a un jugador distinto como el mejor del momento (Ronaldinho, Kaká y C.Ronaldo ya han tenido ese honor) resulta prematuro e imprudente considerar a Messi más allá de lo que es: un portento. Messi se parece a Maradona; podría llegar, incluso, a ser mejor que Diego. Pero sólo es Messi. Un muchacho de 18 años que se divierte jugando al fútbol, pero que no conoce a Sachi ni aguanta ver un partido. ¿Cómo será cuando deje de divertirse?
0 comentarios:
Publicar un comentario