Esta sin lugar a dudas es la imagen del partido. Pedro estaba totalmente abatido aparte de humillado tras el partido que duró más de dos horas y ante unos rivales que se impusieron por méritos propios. Nunca falta en su mano una cerveza para aliviar el sinsabor de la derrota. Ahora está a la espera de una revancha que quizás nunca llegue puesto que visto lo visto quizás tenga que conformarse con el papel de segundón.
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