
PUES HOY EN EXCLUSIVA LA ESPECTACULAR SEÑORITA DE HEDMAN, JUGADOR SUECO POCO CONOCIDO EN EL TEMA FUTBOLÍSTICO, PERO QUE COMO PODEIS VER POR SU BUENA COMPAÑÍA SI ES UN JUGADOR CON TALLA.

ón malaguista y dar el golpe. En los primeros minutos, la presencia de Morales en la delantera malagueña parecía imponerse en el área gaditana. Pero un Limia, muy seguro, resolvió con claridad los primeros intentos del delantero uruguayo. Además de los balones colgados a Morales, el meta cadista repelió con una gran intervención un disparo lejano de Antonio Hidalgo, en el minuto 14. La ocasión más clara hasta el momento y que estuvo a punto de provocar la ventaja malaguista en el marcador por partida doble. El saque de esquina tras el despeje de Limia acabó con el balón suelto en el área amarilla y una sucesión de rebotes casi lo cuelan en la portería cadista.Por los amarillos, Pavoni se movía entre líneas con comodidad y entre el y Abel surtían de balones, sobre todo a Enrique, para así poner en peligro la meta defendida por Goitia. En uno de esos pases, en el minuto 21, habilitaron a Acuña para que en posición dudosa batiera al meta malagueño, pero la jugada había sido anulada. El joven delantero cadista se imponía en todos los balones altos a los defensas y además los tocaba con criterio a sus compañeros. En uno de esos saltos peinó un balón al interior del área para que un mal despeje de la defensa dejara solo a Enrique ante Goitia. El remate de cabeza del extremeño se fue rozando el palo izquierdo cuando tenía toda la ventaja para adelantar a los suyos en el marcador. En los últimos minutos de la primera mitad los locales buscaron, conocedores de los marcadores que se producían en el resto de campos, con más intención la portería del Cádiz pero unas veces la defensa amarilla y otras Limia resolvieron sin apuros estos intentos blanquiazules.La segunda mitad del encuentro comenzó con una cla
rísima ocasión para Morales. El delantero uruguayo, tras una indecisión de la defensa cadista, se quedó solo ante Limia, pero este al más puro estilo argentino aguantó hasta despejar el disparo del delantero local. El partido continuó con mucho ritmo y hasta Lucas se atrevió a poner a prueba a Goitia con un disparo lejano que tuvo que despejar a corner el meta malaguista.Se alternaban las ocasiones y los intentos en ambas áreas cuando Sesma tocó para Acuña que pivotaba en el borde del área. El paraguayo se revolvió y lanzó un derechazo a la media vuelta que se alojaba en el fondo de la portería del Málaga. 0-1 y segundo gol para el joven Acuña que corroboraba así uno de sus mejores partidos con la elástica amarilla.A partir de este minuto, el Málaga se lanzó a tumba abierta a por el empate que le dejaba en la liga BBVA sobre todo influenciado por los marcadores que se producían en otros campos y que le abocaban a jugárselo todo en la última jornada de liga. El Cádiz repelía bien estas intentonas malaguistas y buscaba a la con
tra la puntilla del partido, pero el que se jugaba algo era el equipo costasoleño y el ímpetu y sobre todo que lo intentaron con mucha cabeza provocó la jugada que dejaba al Málaga en esta categoría un año más. En el minuto 85 un pase de Jonathan Valle habilitaba a Morales para que su pase raso fuera aprovechado por Antonio Hidalgo para lograr el empate en el electrónico.Los últimos minutos sólo sirvieron para corroborar el guión que se esperaba desde la ciudad vecina y para ver el debut en la liga BBVA de otro canterazo cadista, Javi Panés. Empate en el marcador que contentaba a unos y otros y que provocaba el descenso de categoría del próximo rival amarillo en Carranza, el Real Madrid-Castilla. 
a. Llegó ese segundo tanto para hacer justicia a un Espanyol que, como es tradicional, había sido asaltado por el árbitro con los azulgrana delante. Como el martes, en la final de la Copa catalana. Llegó para marcarse el polvo futbolero de su vida, Raúl Tamudo Montero. Alma de calle, como se titula su libro biográfico que tuve el honor de escribir y presentamos esta semana.Porque hay que tener eso, alma de calle, de pillo de verdad, para hacer lo que este hombre hizo ayer y lleva haciendo desde hace diez años: bañar en felicidad inmensa a una afición, la españolista, que tuvo por fin el gran premio que se le negó en Glasgow; el orgasmo gritado con todas sus fuerzas, con todo su alma también.Pillo Tamudo. Pillo bueno. Porque pillo no es el que marca con la mano sino el que sabe ganarle la partida a defensas hechos y derechos, internacionales todos, campeones del mundo algunos, como Puyol, Thuram, Zambrotta... Pillo bueno y grande es el que hace lo que él: sacar petróleo del desierto. Tamudo estaba en la historia del Espanyol y de nuestra Liga antes de lo de anoche; ahora urge la estatua, en la mismísima puerta de honor del nuevo estadio del Espanyol. Y el día que se vaya, retirar para siempre su número 23. ¡Qué delantero!Eran las 22:47 de la noche de ayer, 9 de junio, cuando Van Nistelrooy empató el partido en La Romareda. A las 21:46, el Barça era campe el Madrid, pura decepción y el Espanyol, un monumento al coraje, a la rabia de quien se veía derrotado por las fuerzas del mal. En el 47 vivimos un estallido. Empató el Madrid a dos. Los jugadores de Valverde no supieron de ese tanto, no les dio tiempo. Pero algo sobrenatural iluminó a Rufete, que le metió a Tamudo un balón al hueco, preciso, perfecto. El Zaragoza no había sacado de centro cuando el 23 perico (23 en honor a Michael Jordan, otro artista) vio el pase, se abrió hueco entre la zaga azulgrana, citó a Valdés y lo venció con un toque maravilloso. El ¡gooooool! se oyó hasta en la Luna. Por lo que supuso y por el momento en que llegó: al final, sin que el Barça pudiera reaccionar. Ni el árbitro. Porque al Barça le metieron el árbitro y su asistente en el partido. De una manera salvaje y atroz. Tamudo ya había marcado, esta vez aprovechando el pase de otro de sus grandes socios, De la Peña. El Barça achuchaba con más excitación e interés que fútbol. El linier que cubría su ataque ya se había equivocado señalando dos fueras de juego inexistentes a Tamudo y Luis García. El 0-1 fue inanulable, que si no... El partido se iba hacia el descanso con el Espanyol controlándolo cuando Messi, el que se sintió Maradona aquella noche con el Getafe, quiso serlo también en la trampa: manotazo ante la salida de Kameni, en un balón rebotado. Brazo extendido al máximo. La mano se vio en la Luna también. No Rodríguez Santiago, no su auxiliar. Un escándalo más en una historia preñada de ellos con el Barça de protagonista enchufado.La locura. A la vuelta, pronto, Messi hizo el segundo. Jarque pidió obstrucción de Deco. Si no ven una mano como esa, imposible que capten tal matiz. El 2-1 en el Camp Nou pronto se repitió en La Romareda por obra y gracia del gran Diego Milito. El Camp Nou recordó Tenerife. Normal: por cómo pintaba que se iba a resolver el campeonato, por la influencia decisiva de los árbitros.El Espanyol siguió a lo suyo. Valverde puso a Ángel, buen tocador. Al imprevisible Jónatas. Al mencionado Rufete. Cambios de entrenador, de equipo que no se rinde. El reloj corría y corría. Laporta palmeteaba las manos de sus vecinos, pero dieron las 22:47. La hora de Tamudo, la del polvo del siglo. 9 de junio, Fiesta Nacional del Perico.